Salen entre 40 y 50, según el tamaño del cortapasta, la última vez, no sé porqué me salieron 60, y como comprenderéis, comerse tantas en tan poco tiempo... no debe ser sano... vamos, que no las hago tan a menudo por salud, no porque no me apetezcan, jajaja.
De hecho, la última vez que hice, me propuse no comer tantas y avisé a todo el mundo de que tenía una gran tanda de berlinesas :p Entre unas cosas y otras (vecinas, hermana y amigos), quedarían entre 30-40 que cayeron en 3 días, si no recuerdo mal.
Aunque la receta de estas minibambas, es una de mis favoritas y me la autodedicaría (porque yo lo valgo... jajjaja) se la voy a dedicar a mi gran amigo Manu, al que le gustaron mucho (y que yo sé que es muy "dulcero", como diría mi abuelina). A ti van dedicadas hoy estas berlinesas, que tú sí que probaste y te llevaste unas cuantinas. Eres un amigo MUY GRANDE. No cambies.
Espero que te gustasen (que sé que sí), cuando las vuelva a hacer te aviso.
Os dejo con la recetita después de tanto rollo. Aunque es un poco rollo el hacerlas porque lleva varios pasos... os aseguro que merece muchísimo la pena.
Ingredientes
- 250ml de leche
Foto y receta por La Flor del Azafran - 1 pastilla de levadura panadera fresca
- 75 gr de azúcar (y un poquito más para envolver al final)
- 75gr de mantequilla temperatura ambiente
- 2 huevos
- 500gr de harina de fuerza
- 1 pizca de sal
En una cazuelita, ponemos la leche a fuego medio para que se caliente (un poco) y trabajar con la leche templada, así la levadura hará más efecto.
Una vez templada, vertemos la leche a un bol, reservando un poquito en un vaso. A ese vaso le añadimos la levadura desmigajada y la disolvemos bien con la ayuda de una cuchara. Vertemos esta mezcla al bol donde tenemos la leche.
Incorporamos el azúcar, la mantequilla y los huevos. Batimos con unas varillas y ahora, poco a poco, vamos añadiendo la harina y la sal.
Amasamos, ponemos sobre la mesa de trabajo (previamente espolvoreada con harina) y formamos un bollo grande liso, dejándolo reposar hasta que doble su volumen (una media hora).
Pasado ese tiempo, desgasificaremos con las manos (aplastando) y con la ayuda de un rodillo, extenderemos la masa dejándola con un grosor de 2cm (aproximadamente).
Con un cortapasta redondo de tamaño medio (pequeño mejor) iremos cortando la masa y colocándola sobre la encimera espolvoreada con harina, un poco separadas entre sí (porque crecerán más). Las taparemos con un paño y dejaremos que doble su volumen de nuevo otra media hora.
Finalmente, transcurrido este tiempo, pondremos en una sartén abundante aceite a fuego fuerte y cuando esté bien caliente, freiremos las masitas por ambos lados, las escurriremos bien, y las pondremos sobre papel absorbente. Para terminar, las iremos pasando por azúcar (una de las caras) y listas para comer (no en caliente, porque pueden hacer daño).
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