El año pasado, los hice, y los compre vivos, pero esta vez, al pasar por la sección de congelados, los vi ya limpios, y opté por comprarlos así, que te quitan mucho trabajo.
Espero que os guste la recetita que os propongo.
Ingredientes
Foto y receta por La Flor del Azafran |
- Caracoles
- 4 tomates medianos
- 1/2 cebolla
- 1/2 pimiento verde
- 1 o 2 cayenas (depende si te gustan más o menos picantes)
- 1/2 vaso de vino blanco
- 2 ajos
- Sal
En primer lugar, preparamos los caracoles, en mi caso, estaban congelados, por lo que únicamente tuve que meterlos en agua templada durante unos minutos para que se descongelaran, escurrirlos y secarlos bien.
Si están vivos, el proceso es más costoso, hay que lavarlos bien, con vinagre, limón y sal para que suelten todo.
Pasamos a preparar la salsa, en una sartén grande, pondremos un chorrito de aceite y laminaremos los ajos para dorarlos, a continuación, cortaremos la cebolla en juliana, añadimos la sal y la pocharemos. Una vez pochada incorporamos el pimiento en daditos y el tomate troceado, que poco a poco se vaya haciendo.
Añadimos el vino blanco y la cayena partida en dos.
Cuando veas que la salsa ya está en su punto, la trituraremos.
A mí me gusta batir también la cayena, pero si crees que va a quedarte demasiado picante, retírala antes.
Finalmente, una vez triturado, incorporamos los caracoles que se hagan durante unos 15 minutos. Pruébalos por si necesitaran más tiempo.
Y listo un platito de caracoles, prepara el pan para mojarlo en la salsita porque queda buenísima.
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